domingo, 27 de junio de 2010

Sin ver ni oir

MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las principales organizaciones de sordociegos de España ha organizado este viernes una jornada divulgativa sobre esta discapacidad bajo el lema 'Oscuridad, silencio, soledad. Con tu mano: luz, melodía, amistad' con motivo del Día Internacional de la Sordoceguera, que se celebrará el próximo domingo, y ha sido clausurada con un discurso del sordociego Javier García Pajares, un joven de 19 años, extremeño, que es un "ejemplo de superación y de integración" tras obtener un diez de media en su nota de primer de Bachiller. Así, Javier, que tiene visión reducida y oye todos los sonidos pero no los entiende, ha narrado cómo antes de tener esta dolencia "no esperaba ningún cambio repentino", "le bastaba con estudiar de camino al instituto antes de un examen ya que no le interesaban los estudios" y invertía sus tardes entre el fútbol y el ordenador.

Sin embargo, cuando comenzó a tener los primeros síntomas de discapacidad no obtuvo el "respeto" deseado por parte de sus compañeros que le convirtieron en "el objeto de burla". A este respecto, el protagonista ha explicado que "ir a por el más débil es lo más fácil". Pese a todos los impedimentos, Javier no se rindió y al darse cuenta que el "tiempo pasaba y la cura no llegaba" se apunto a la Fundación la ONCE, vino a Madrid y en tres clases ya era capaz de leer libros normales, aprendió dactilológico para comunicarse --cada una de las letras del sistema de comunicación del alfabeto se corresponde a una configuración determinada de la mano y una determinada posición de los dedos-- y a utilizar el ordenador.

"UNA VIDA DE DEPRESIONES Y EMOCIONES"
Finalmente, el joven se apuntó al instituto IES Beatriz Galindo donde, gracias a un mediador puesto a su disposición por la ONCE ha podido estudiar "incluso inglés, idioma que comprende y maneja muy bien", obteniendo una media en el Bachiller de Ciencias Sociales con Matemáticas, Economía e Historia de diez. Antes de acabar su exposición, ha definido su existencia como una "vida de depresiones y de emociones" y se ha dirigido a las personas que "ven y oyen bien" para decirles que aprovechen lo que tienen porque, aunque resulte un tópico, "no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos y luego nos queda arrepentirnos". Así, la vicepresidenta de la Fundación ONCE para la protección de personas con sordodependencia, Yolanda Martín, ha puntualizado que en este caso existe un "claro ejemplo de que con las herramientas adecuadas y con los profesionales especializados se pueden vencer las barreras de esta discapacidad".

MADRID Y SEVILLA TIENEN AULAS PARA SORDOCIEGOS
Además, la presidenta de la Asociación Española de Padres de Sordociegos (APASCIDE), Dolores Romero, ha denuciando la carencia de centros educativos específicos para esta discapacidad ya que sólo hay aulas para sordociegos de la ONCE en Sevilla y Madrid. En este sentido, la fundación ONCE ha recordado que en el año 2009 la organización tuvo un total de 60 mediadores lo que produjeron 62.000 horas de trabajo individualizado para el apoyo educativo de personas sordociegas. En el transcurso del acto, la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS), la Asociación de Sordociegos de España (ASOCIDE) y APASCIDE se han sumado al reconocimiento a la primera persona sordociega que luchó por los derechos de estas personas, Helen Keller.
Si quieres saber más lee la entrevista en el diario El Mundo y si quieres colaborar puedes hacerlo a través de la fundación ONCE.

lunes, 21 de junio de 2010

La crisis no perdona


La crisis económica está castigando duramente a los niños que son acogidos cada verano por familias españolas. La semana pasada se confirmaba que habría muchos menores saharauis que este año no podrían venir. Este lunes, se trata de los niños de Chernobil. El número de acogidas, realizadas en la Comunitat Valenciana, se ha reducido un 25%, lo que supone que 40 niños menos que en años anteriores no podrán pasar el verano en España.

Tres meses de papeleos, 600 euros en billetes de avión, gastos de manutención, atención y dosis extraordinarias de cariño es todo lo que debe asumir una familia de acogida para recibir a un niño de Chernobil, según ha informado la Fundación Juntos por la vida, que desde hace diez años desarrolla este proyecto. Algunos de ellos ya tuvieron la ocasión de conocer a 'su segunda familia' en España en años anteriores. Este verano, sin embargo, el desempleo ha frenado los impulsos solidarios de muchos españoles. "Sufre el pequeño que se ve obligado a quedarse allí y sufren aquí todos los miembros de la familia por no poder traerlo", aseguran desde la fundación.

Este martes llegan los 120 que han conseguido esquivar la crisis y permanecerán en la Comunitat Valenciana hasta el 24 de agosto. Todos los menores provienen de la zona afectada por la catástrofe nuclear del año 1986 y que todavía vive las secuelas sanitarias, sociales y económicas que, según los expertos, permanecerán durante decenas de años. Pese a los años transcurridos desde el accidente nuclear, el número de menores que sueña con tener una familia de acogida en España es cada vez mayor. Y es que la mayoría de ellos vive en la zona contaminada, procede de familias desestructuradas y han visto su situación agravada por la crisis económica de Ucrania.

jueves, 10 de junio de 2010

Little by Little

“Era mi cuarto viaje a Haití, donde estaba trabajando en la puesta en marcha de un hospital rural junto con otras cuatro enfermeras de la “University of Illinois” de Chicago.

Formamos parte de “Poco a poco” (Little by Little), una ONG que desea mejorar la salud de los niños y las familias de Haití. Este año habíamos pasado revisión médica a más de 1.000 personas en cinco días de trabajo en un pequeño poblado llamado Gramothe, situado en la falda de una montaña de las afueras de Puerto Príncipe. Para ser atendidos, muchos habían caminado más de una jornada y pasado la noche al aire libre.
El poblado de Gramothe, donde trabajó Dawn.El 12 de enero terminábamos nuestro trabajo. Cuando vimos al último paciente a las cuatro de la tarde, recogimos nuestras cosas y nos fuimos. Casi todos decidimos volver a casa dando un paseo bajo el sol de la tarde, y así poder despedirnos de los niños del pueblecito.

En el camino de regreso, a las 4:53, cuando bordeábamos un grupo de casas, el suelo empezó a temblar con gran ruido, arrojándonos al suelo. Al principio, no sabíamos qué estaba pasando. Cuando entendimos que se trataba de un terremoto, corrimos a nuestra casa. Todos estaban fuera, asustados pero a salvo. Enseguida pensamos en la gente de Gramothe. Seis subimos a los todoterreno y fuimos rápido al hospital. Cuando llegamos, vimos que el desastre allí había causado un buen grupo de heridos y daños en muchas viviendas.

UN HOSPITAL, UN MÉDICO
Asistencia a un herido.Willem, uno de mis compañeros, llevó a otro hospital más grande a una niña herida de gravedad por una roca en la orilla del río. Allí supo que ese centro medico solo contaba con un medico y unas pocas enfermeras. Más de un centenar de heridos graves comenzaban a acumularse en el parking. Así que todos nos trasladamos allí para dar una mano.
Fue entonces cuando comencé a darme cuenta de la magnitud de lo ocurrido. Al ver aquello, mientras descargábamos nuestro material, nuestra primera reacción fue rezar. Yo llevaba conmigo una estampa de san Josemaría, y la recé muchas veces pidiendo a Dios por esa gente y para que nos diera las fuerzas necesarias para trabajar sin descanso aquella terrible noche.
Pudimos atender a más de un centenar de heridos muy graves aquella noche. Nunca olvidaré los rostros de aquellas personas, casi todas con daños provocados por el derrumbe de sus casas. Buscaban en nuestras miradas un poco de esperanza. No teníamos mucho material sanitario –pues en breve habíamos previsto abandonar el país- pero hicimos lo que pudimos: vendajes, torniquetes, lavado de heridas, inmovilización de huesos…
Cuando terminamos con los más graves, la primera réplica del terremoto agitó el hospital, así que tuvimos que abandonar la tarea. Ya entonces, escuchamos los primeros cantos religiosos de la gente: eran oraciones a Dios en medio de la tragedia. Durante los dos días siguientes continuamos atendiendo en nuestra mini-clínica a los heridos que llegaban sin cesar. El jueves, mientras atendíamos la consulta, oímos unos cantos fúnebres en la iglesia cercana: era el entierro de la niña que atendimos justo después del terremoto.
Regresamos a los EEUU el 19 de enero. Aunque he retomado mi vida en Chicago, y continúo trabajando como enfermera en un hospital pediátrico, no dejo de acordarme a diario por la gente de Haití.

domingo, 6 de junio de 2010

Solidaridad clínica

A las 16:53:09 hora local del 12 de enero, un terremoto de 7 grados en la escala de Richter, con epicentro a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, sacudía Haití. El seísmo dejaba cerca de 200.000 muertos, más de 250.000 heridos y un millón de personas sin hogar. Con estas cifras no es de extrañar que esta tragedia ya se haya considerado como una de las mayores catástrofes humanitarias de la historia. El movimiento fue perceptible en países cercanos como Cuba, Jamaica y República Dominicana.Mes y medio después, a las 03:34:17 hora local del sábado 27 de febrero, la tierra volvía a temblar. Esta vez el país afectado era Chile. El seísmo, que alcanzó una magnitud de 8,8 grados en la escala de Richter, tuvo su epicentro en el Mar Chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a 47,4 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre. Tuvo una duración de cerca de 2 minutos y 45 segundos en Santiago y fue percibido en gran parte del Cono Sur con diversas intensidades, desde Perú hasta Buenos Aires y São Paulo.

Vista aérea de la Clínica Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Médica AplicadaLas zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O'Higgins,Maule, Biobío y La Araucanía, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80%de la población del país.El seísmo se ha considerado como el segundo más fuerte en la historia del país y uno de los cinco más potentes registrados por la humanidad. Sólo es superado a nivel nacional por el cataclismo del terremoto de Valdivia de 1960, el de mayor intensidad registrado por el hombre mediante sismómetros. El terremoto chileno fue 31 veces más fuerte y liberó cerca de 178 veces más energía que el devastador terremoto de Haití ocurrido el mes anterior; en concreto, la energía liberada es similar a 100.000 bombas atómicas como la de Hiroshima de 1945.


TERREMOTO DE CHILE

Los médicos Oscar Martínez y Gabriel ZozayaLos médicos de la Clínica, Oscar Martínez, especialista en Anestesia, y Gabriel Zozaya, residente de Cirugía General, formaron parte del contingente de ayuda sanitaria que envió España a Chile. Los facultativos de la Clínica trabajaron, junto a sus compañeros de DYA y SAMUR, en el distrito de Penco durante 8 días.Atendieron a unos 450 pacientes y realizaron básicamente labores de atención primaria. Se centraron en el tratamiento de problemas gastrointestinales debidos a la falta de agua otable y en el control de pacientes crónicos que no podían acudir a sus centros.
HAITÍ. ALBERTO LAFUENTE: “LA TRAGEDIA DE HAITÍ ES LA SITUACIÓN MÁS FUERTE QUE ME HA TOCADO VIVIR”



El doctor Lafuente
La de Haití es la quinta catástrofe a la que acude Alberto Lafuente Jiménez, anestesista de la Clínica, como voluntario de DYA Navarra. En esta ocasión, además, coordinó toda la asistencia médica del contingente español por encargo de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.Con anterioridad, el doctor Lafuente había trabajado como voluntario con los damnificados de la guerra de Afganistán, y con los afectados por los terremotos de Pakistán (octubre de 2005), y los dos de Indonesia (el sunami de junio de 2006 y el terremoto de septiembre de 2009). A pesar de su experiencia, la situación en Haití no ha dejado de impresionarle: “Puedo decir que ha sido lo más fuerte que he visto en mi vida. Realmente es lo más dantesco que he visto, aunque yo creo que los integrantes del contingente español lo llevamos muy bien.Con mucha dignidad”, asegura.
¿Cómo fue el impacto personal de la llegada a Puerto Príncipe, tan solo día y medio después de la catástrofe?
Son experiencias inolvidables en las que, personalmente, das todo de ti, pero en las que también recibes mucho. Es cierto que a veces lo pasamos mal,pero en eso consiste la ayuda, en dar y recibir. Al llegar nos encontramos con un hospital colapsado. Cadáveres por el suelo. Todos te pedían ayuda. La verdad es que en esta situación nos recibieron con los brazos abiertos. La actitud de agradecimiento se veía en los ojos de los niños y de todo el mundo en general.
¿En qué consistieron las primeras atenciones médicas?
Principalmente tuvimos que atender numerosas fracturas, heridas, quemaduras y síntomas de asfixia. La mayoría de los traumatismos eran abiertos y estaban infectados, en algunos casos incluso con gusanos, debido a la avanzada fase de putrefacción que presentaban. Nos vimos obligados a amputar muchos miembros y a poner antibióticos para que la infección no se agravara y llegara a una sepsis. Pero también asumimos labores médicas de atención primaria como el tratamiento de enfermedades básicas tipo hipertensión o bronquitis que, almargen de la catástrofe, van a seguir ahí.
¿Qué le ha supuesto esta experiencia a nivel personal?
Estamos orgullosos de la labor que hemos desarrollado y también del apoyo que hemos recibido de toda esta sociedad que nos ha hecho poder aguantar jornadas de trabajo que empezaban a las 5 de la mañana y terminaban a las 12 de la noche. Y, hablando de apoyo, quiero agradecer el gran esfuerzo de la Clínica como institución y de nuestros compañeros facultativos, que han asumido desinteresadamente la mayor presión asistencial provocada por nuestra ausencia.

El doctor Alberto Lafuente, anestesista
¿Cómo se pueden aguantar esas jornadas agotadoras, el calor y la precariedad de medios?
Si no somos capaces de dar un poco de nosotros para la población de Haití, que está sufriendo de esta manera, no tiene mucha razón de ser haber hecho una carrera como la de Medicina, ni muchas otras cosas. Merece la pena hacer el esfuerzo que hicimos por toda aquella gente.
¿Cómo han podido desarrollar su trabajo en semejante situación de caos?
Nuestro trabajo se ha desarrollado en el Hospital de La Paz de Haití, uno de los tres hospitales que quedaban en pie, de los diez existentes en la capital. Los voluntarios sanitarios españoles pudimos asumir el trabajo en este hospital junto al contingente sanitario cubano, chileno y colombiano. El trabajo ha sido muy gratificante. Desde la OMS lo han considerado como un modelo a seguir.
¿Han contado con los medios suficientes para afrontar esta situación asistencial de emergencia? ¿Han podido atender a todos los pacientes o han vivido situaciones de impotencia?
Evidentemente, en una situación de catástrofe faltan medios. Podíamos asumir sobre todo los casos traumatológicos, las laparotomías, cesáreas... Pero para pacientes con traumatismos craneoencefálicos o que precisaban cirugía torácica, estábamos limitados. Especialmente durante las primeras horas. A los días sí tuvimos la opción de poder derivarlos a otros centros con más medios. Pero las primeras horas no tuvimos esa oportunidad y tuvimos que asumirlos o no asumirlos y dejar que el paciente falleciese, que es una de las situaciones más duras que te pueden suceder como médico. Pero posteriormente se habilitaron hospitales de referencia o llegaron buques médicos como el Castilla, enviado por España, que son puntos de referencia donde pueden enviarse este tipo de pacientes.
En cuanto a su especialidad, la Anestesiología, ¿cómo la desarrollaron con medios tan escasos?Realizábamos todas las intervenciones con un fármaco que tenía al mismo tiempo efecto hipnótico y analgésico. Lo administrábamos a los pacientes para intervenirles y ese efecto les provocaba durante la intervención cara de felicidad. A las 24 horas hacíamos un seguimiento y comprobábamos que no tenían dolor.
CARLOS PASTOR: “REPETIRÍA MAÑANA MISMO”

El doctor Pastor¿Cuál fue su impresión personal sobre la situación que se encontró a su llegada?Al llegar al hospital nos encontramos con una situación muy caótica, con los pasillos saturados de gente herida pidiendo que les atendiésemos. Los primeros momentos fueron duros,aunque poco a poco nos fuimos haciendo con el control de la situación. Las circunstancias eran estresantes aunque llevaderas porque el personal sanitario éramos un grupo numeroso.
¿Estaba acostumbrado al tipo de cirugías que tuvo que desarrollar allí? Realizábamos entre 10 y 12 cirugías mayores diarias. Fundamentalmente fracturas abiertas y amputaciones, si bien durante el primer relevo se hicieron otro tipo de intervenciones como 4 ó 5 cirugías abdominales y dos cesáreas. El equipo quirúrgico constaba de dos anestesistas, dos cirujanos, un traumatólogo y dos enfermeras instrumentistas por lo que más o menos llegábamos a cubrir todas las patologías.
¿Cómo fue el trato con los haitianos?Por desgracia es un pueblo acostumbrado al sufrimiento. Hemos visto pacientes con fracturas de 6 días de evolución que no habían recibido calmantes.
¿Cómo describiría la experiencia?Claramente positiva. Repetiría mañana mismo.
PABLO MARTÍ: “ME HE TENIDO QUE ENFRENTAR A NUEVOS RETOS"

El doctor Martí
¿Supuso un cambio muy importante su labor en Haití respecto al trabajo de quirófano al que está habituado?
Como cirujano, aquí estoy acostumbrado a tratar determinadas patologías. La verdad es que en Haití me he tenido que enfrentar a nuevos retos médicos.Gracias a otros cirujanos que nos acompañaban, especialmente otros españoles y uno haitiano, he aprendido mucho. Así he podido ayudar de forma más eficaz al tipo de pacientes que teníamos allí.
¿Qué clase de patologías trató su equipo?
Al haber acudido en el segundo contingente, pude comprobar que las patologías que tuvieron que tratar los primeros que llegaron han sido muy distintas a las que nos ha tocado ver a nosotros. Lo que vimos los del segundo equipo fue que la patología aguda grave con compromiso vital estaba prácticamente atendida.
¿Y qué se encontraron ustedes?
Lo que más nos encontramos nosotros fueron heridas con mal aspecto que había que curar y, sobre todo, la patología que empezaba a generarse a partir de ese momento: infecciones derivadas de las heridas anteriores de abdomen que se habían operado con anterioridad, cesáreas en las que me tocó también intervenir y que en esa situación suponían una gran alegría.

jueves, 3 de junio de 2010

Música solidaria



Música y solidaridad se dan cita el próximo 13 de junio en el Auditorio Nacional de Música de Madrid con un propósito: la construcción de un puente que ayude a mejorar las condiciones de vida de 1.100 familias ecuatorianas.

Un año más, la ONG Voces para la Paz (Músicos solidarios), en colaboración con Ayuda en Acción, ofrecerá un concierto solidario en el que más de 250 músicos de las mejores orquestas y coros profesionales de España con sede en Madrid, actuarán bajo la batuta del actual Director del Teatro de la Zarzuela de Madrid, el maestro Miguel Roa.

El reto: un puente en Ecuador

En esta ocasión, las dos ONG proponen un nuevo reto: construir un puente sobre el río Apaquí en el Cantón Bolívar en Carchi (Ecuador). Según han informado ambas organizaciones, "el puente que existe en la actualidad, de un único carril, no supone ninguna garantía para el transporte de mercancías y personas debido al deterioro progresivo e intenso que sufre".

El nuevo puente que plantean construir contará con dos carriles. Éste beneficiará a 1.100 familias, lo que representa 5.400 habitantes en un total de 11 comunidades de la zona.

Así esta infraestructura mejorará las comunicaciones y permitirá contrarrestar la insuficiente asistencia sanitaria actual, el difícil acceso a las escuelas y la deficiente distribución de la producción agrícola, aseguran las ONG.

miércoles, 2 de junio de 2010

Informe anual de Amnistía Internacional

"Nadie está por encima de la ley. Todo el mundo debe rendir cuentas si ha cometido violaciones de los Derechos Humanos", aseguró hace una semana Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España, durante la presentación este miércoles de su informe anual, que documenta abusos en 159 países.
La organización que lucha por la defensa de los derechos humanos en todo el mundo se mostró muy crítica con los gobiernos, a los que acusó de estar abriendo una brecha en la justicia global, que condena a millones de seres humanos a sufrir todo tipo de abusos. "Si no se cierra esa brecha, la Justicia dará un paso atrás, por esa brecha se colará la impunidad", afirmó Beltrán.
A juicio de Amnistía, mientras los gobiernos sigan subordinando la justicia a los interes políticos, la mayor parte de la humanidad seguirá viviendo con miedo y sufriendo necesidades. Pese a estas advertencias, las organización de derechos humanos precisó que el año 2009 fue un año histórico para la Justicia internacional.Por primera vez, un jefe de Estado en activo, el presidente de Sudán, Omar Hassan Al Bashir, fue objeto de una orden de detención dictada por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, según precisa el informe. Asimismo, más de 40 países promulgaron una legislación que otorga a sus tribunales nacionales jurisdicción sobre crímenes de derecho internacional, lo que permitirá el procesamiento de los presuntos responsables; y 110 estados ratificaron el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

Agujeros negros
Sin embargo, y pese a estos avances, sigue habiendo "agujeros negros" en la Justicia global, según aclaró Alfonso López, presidente de Amnistía Internacional España. Así, la organización ha registrado casos de tortura y otros malos tratos en 111 países; juicios injustos, en 55; restricciones a la libertad de expresión, en al menos 96, y ha podido constatar la presencia de presos de conciencia en 48. Para Amnistía, no obstante, lo más preocupante es que Estados que reclaman el liderazgo global, como los del G-20, y que deberían dar ejemplo, según la organización, son muchas veces responsables de todo tipo de abusos. Así, criticaron que EEUU continúe sin rendir cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas durante la guerra contra el terror; y destacaron que pese al compromiso del presidente Obama de cerrar Guantánamo antes de enero de 2010, 181 presos continúen todavía en ese centro de detención.

Indiferencia hacia la población civil
En cuanto a los conflictos que se desarrollaron durante 2009, AI aseguró que se caracterizaron por "una cruel indiferencia hacia la población civil". Así, grupos armados y fuerzas gubernamentales violaron el Derecho Internacional en República Democrática del Congo, Sri Lanka y Yemen, y en el conflicto que enfrentó a Hamás y al Ejército israelí, muchos civiles fueron víctimas de "homicidios ilegítimos". En Afganistán, Pakistán, Somalia e Irak, los civiles fueron quienes más sufrieron las consecuencias de la guerra, según la organización, que ha concluido que en la mayoría de los conflictos, las mujeres y las niñas fueron víctimas de violaciones y otros actos de violencia llevados a cabo por fuerzas gubernamentales y grupos armados.

Otras tendencias negativas registradas por Amnistía son los desalojos forzosos masivos de personas que perdieron sus casas en Angola, Ghana, Kenia y Nigeria; el aumento de la violencia contra las mujeres en México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Jamaica o un brusco incremento del racismo, la xenofobia y la intolerancia en Europa y Asia Central. Además, millones de personas migrantes sufrieron explotación, violencia y abusos en Corea del Sur, Japón y Malasia, y los ataques de los grupos armados en Irak y Yemen generaron un aumento de la inseguridad en estos países. Ante este panorama, Amnistía Internacional considera que la reunión de la ONU para revisar los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se celebrará en septiembre en Nueva York debe servir para que las "los dirigentes mundiales pasen de las promesas a los compromisos legalmente vinculantes", añadió López.