sábado, 12 de febrero de 2011

Voces para la Conciencia y el Desarrollo


La Chureca, uno de los vertederos tristemente más famosos no solo por su extensión; que también (ocupa 42 hectáreas del distrito II de Managua, acumula más de tres millones de metros cúbicos de desperdicios y recibe 1.300 toneladas de basura diariamente), sino porque en el barrio que lo alberga, el de Acahualinca, viven más de 18.000 personas cuyas vidas están determinadas por eso: por la basura. Y es que de esa población, más de 2.000 personas viven en el vertedero y del vertedero. Otras 3.000 tienen trabajos relacionados con la recogida, tratamiento y transporte de la basura, de manera que pasan media vida en él viviendo en condiciones infrahumanas con menos de dos dólares diarios.

En medio de este panorama resulta difícil imaginar la cabida de la fundación Voces para la Conciencia y el Desarrollo o de la ONG nicaragüense Dos Generaciones. Ambas han colaborado con AECID en parte del proyecto. ¿Cómo? pues tratando de que, a través de actividades relacionadas con la música, la interpretación, el hip hop, el dibujo, los grafittis, los más jóvenes de La Chureca (el 40% de su población está compuesta de jóvenes y niños) se produzcan los cambios sociocomunitarios necesarios para ir evadiendo la marginalización, la exclusión y la estigmatización que genera el vertedero.

"Yo vengo del mundo del teatro y recurrí a muchas estrategias que se usan en escena para conseguir que los niños interactuaran conmigo" relata Dolo Beltrán, cantante del grupo Pastora, que en menos de una semana desde que conoció el proyecto hasta que llegó a Nicaragua articuló un taller para los más pequeños.


0 comentarios:

Publicar un comentario