"Nadie está por encima de la ley. Todo el mundo debe rendir cuentas si ha cometido violaciones de los Derechos Humanos", aseguró hace una semana Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España, durante la presentación este miércoles de su informe anual, que documenta abusos en 159 países.
La organización que lucha por la defensa de los derechos humanos en todo el mundo se mostró muy crítica con los gobiernos, a los que acusó de estar abriendo una brecha en la justicia global, que condena a millones de seres humanos a sufrir todo tipo de abusos. "Si no se cierra esa brecha, la Justicia dará un paso atrás, por esa brecha se colará la impunidad", afirmó Beltrán.
A juicio de Amnistía, mientras los gobiernos sigan subordinando la justicia a los interes políticos, la mayor parte de la humanidad seguirá viviendo con miedo y sufriendo necesidades. Pese a estas advertencias, las organización de derechos humanos precisó que el año 2009 fue un año histórico para la Justicia internacional.Por primera vez, un jefe de Estado en activo, el presidente de Sudán, Omar Hassan Al Bashir, fue objeto de una orden de detención dictada por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, según precisa el informe. Asimismo, más de 40 países promulgaron una legislación que otorga a sus tribunales nacionales jurisdicción sobre crímenes de derecho internacional, lo que permitirá el procesamiento de los presuntos responsables; y 110 estados ratificaron el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Agujeros negros
Sin embargo, y pese a estos avances, sigue habiendo "agujeros negros" en la Justicia global, según aclaró Alfonso López, presidente de Amnistía Internacional España. Así, la organización ha registrado casos de tortura y otros malos tratos en 111 países; juicios injustos, en 55; restricciones a la libertad de expresión, en al menos 96, y ha podido constatar la presencia de presos de conciencia en 48. Para Amnistía, no obstante, lo más preocupante es que Estados que reclaman el liderazgo global, como los del G-20, y que deberían dar ejemplo, según la organización, son muchas veces responsables de todo tipo de abusos. Así, criticaron que EEUU continúe sin rendir cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas durante la guerra contra el terror; y destacaron que pese al compromiso del presidente Obama de cerrar Guantánamo antes de enero de 2010, 181 presos continúen todavía en ese centro de detención.
Indiferencia hacia la población civil
En cuanto a los conflictos que se desarrollaron durante 2009, AI aseguró que se caracterizaron por "una cruel indiferencia hacia la población civil". Así, grupos armados y fuerzas gubernamentales violaron el Derecho Internacional en República Democrática del Congo, Sri Lanka y Yemen, y en el conflicto que enfrentó a Hamás y al Ejército israelí, muchos civiles fueron víctimas de "homicidios ilegítimos". En Afganistán, Pakistán, Somalia e Irak, los civiles fueron quienes más sufrieron las consecuencias de la guerra, según la organización, que ha concluido que en la mayoría de los conflictos, las mujeres y las niñas fueron víctimas de violaciones y otros actos de violencia llevados a cabo por fuerzas gubernamentales y grupos armados.
En cuanto a los conflictos que se desarrollaron durante 2009, AI aseguró que se caracterizaron por "una cruel indiferencia hacia la población civil". Así, grupos armados y fuerzas gubernamentales violaron el Derecho Internacional en República Democrática del Congo, Sri Lanka y Yemen, y en el conflicto que enfrentó a Hamás y al Ejército israelí, muchos civiles fueron víctimas de "homicidios ilegítimos". En Afganistán, Pakistán, Somalia e Irak, los civiles fueron quienes más sufrieron las consecuencias de la guerra, según la organización, que ha concluido que en la mayoría de los conflictos, las mujeres y las niñas fueron víctimas de violaciones y otros actos de violencia llevados a cabo por fuerzas gubernamentales y grupos armados.
Otras tendencias negativas registradas por Amnistía son los desalojos forzosos masivos de personas que perdieron sus casas en Angola, Ghana, Kenia y Nigeria; el aumento de la violencia contra las mujeres en México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Jamaica o un brusco incremento del racismo, la xenofobia y la intolerancia en Europa y Asia Central. Además, millones de personas migrantes sufrieron explotación, violencia y abusos en Corea del Sur, Japón y Malasia, y los ataques de los grupos armados en Irak y Yemen generaron un aumento de la inseguridad en estos países. Ante este panorama, Amnistía Internacional considera que la reunión de la ONU para revisar los Objetivos de Desarrollo del Milenio que se celebrará en septiembre en Nueva York debe servir para que las "los dirigentes mundiales pasen de las promesas a los compromisos legalmente vinculantes", añadió López.
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